Un joven organizó un falso secuestro y mantuvo cautiva a su novia para robarle dinero a su suegro. La insólita situación ocurrió el pasado 23 de julio, en el partido de Lanús, provincia de Buenos Aires.

En un principio, el acusado, que contó con la ayuda de un grupo de amigos, logró su objetivo, pero tras una investigación que lideró el fiscal federal de Lomas de Zamora Sergio Mola durante poco más de un mes, se descubrió el plan y -con la colaboración de la DDI Avellaneda-Lanús- detuvieron a cinco de los siete integrantes de la banda, incluido el joven que entregó a su propia novia de 17, consignó un artículo del portal Infobae

Aquel martes, a eso de las 11.35, el joven pidió un auto a través de una app, aunque cinco minutos después él mismo canceló el viaje y no solicitó uno nuevo a la empresa. A su novia le dijo que pediría otro vehículo, pero otra vez mintió. En cambio, lo que sí hizo fue llamar a sus cómplices para que los pasaran a buscar en la Suran a la casa de la novia.

Hasta ese momento, la menor no imaginaba lo que estaba por ocurrir y mucho menos que del baúl del auto iban a saltar dos de sus captores. Poco después de que el secuestro estaba en marcha, la banda se comunicó con la familia de la adolescente para pedirle U$S500.000 para liberar a la chica y a su pareja.

La investigación

Tras algunas horas de “negociación” y del pago del rescate, la pareja fue liberada, ilesa, en la esquina de las calles Brasil y Testa, en la localidad de Presidente Perón, en la zona de Guernica.

Con el avance de la investigación comenzaron a aparecer detalles que no cerraban. Tras entrevistarse con las víctimas, los investigadores notaron que no se trataba de un secuestro convencional. De acuerdo con las fuentes consultadas por este medio, por ejemplo, resultó atípica la manera en la que los jóvenes fueron abordados.

No fue lo único. Los tiempos y la forma de comunicación entre los secuestradores fue prácticamente nula, ya que le pedían a la chica que llamara a su madre para que les dijera cómo iba la negociación, qué cantidad de dinero habían reunido y si ya la había entregado o no. Eran poco profesionales en comparación con otras organizaciones delictivas que se dedican a esta actividad.

Hubo otro detalle que terminó por disparar las sospechas, especialmente sobre el novio de la adolescente. En su declaración, la menor de edad dijo que en medio del secuestro, De Gregorio le empezó a sacar información de dónde estaba la plata de una operación inmobiliaria que llevaba adelante su familia. Ese detalle le llamó la atención a la joven. Además, contó que cuando el falso taxi llegó a buscarlos, les tocó bocina, cuando la costumbre en este tipo de servicios es que el chofer le avise al usuario a través de la aplicación.

A partir del relato de cómo fue el falso secuestro, los investigadores comenzaron a relevar las cámaras de seguridad de la zona, en las que observaron que la Volkswagen Suran gris tenía una patente que correspondía una camioneta negra del mismo modelo. Después descubrieron que las chapas habían sido robadas a una Suran de la localidad de Burzaco.

Además, se trabajó en el entrecruzamiento de llamados y de las antenas de los celular usados por los captores y por De Gregorio, lo que permitió establecer no sólo que el novio de la chica hacía parte de la banda sino la identificación del resto de los integrantes de la banda. Desde la empresa de vehículos, además, confirmaron al fiscal Mola que el novio pidió un auto ese martes y que él mismo lo canceló a los cinco minutos.

Con el aval del juez Federal de Lomas de Zamora, Ernesto Kreplak, se libraron 10 órdenes de allanamientos en distintos domicilios del conurbano bonaerense y siete órdenes de captura, en las que detuvieron al acusado de ser el entregado como así a cuatro delincuentes más.

En los allanamientos, se incautaron el VW Suran utilizado en el secuestro, 1.400 dólares, 536.500 pesos, un DVR, nueve teléfonos celulares (incluyendo uno utilizado en el hecho), entre otros objetos relevantes para la investigación. Las autoridades continúan las labores para detener a los prófugos restantes. Los cinco quedaron acusados del delito de secuestro extorsivo.